Tomada del sitio web www.guregipuzkoa.net 
Fotógrafo: Bizente Dávila
Casa Portalekoa
31/05/2016
Tomada del sitio www.guregipuzkoa.net 
Fotógrafo: Bizente Dávila
Ayuntamiento
31/05/2016

Plaza de los Fueros

Zestoa es una de las veinticinco villas guipuzcoanas que fueron fundadas entre los siglos XII y XIV. Fue, junto con Urretxu, la última de las fundaciones en la provincia (año 1383). El núcleo urbano de Zestoa era en origen un recinto amurallado con cuatro puertas de acceso. La plaza era mínima, poco más que un cruce de calles. En 1549 la villa sufre un gran incendio del que se podrán salvar muy pocos edificios. A partir de ese momento tuvo que plantearse la reconstrucción total del entramado urbano. Las casas, que anteriormente eran casi todas de madera, empiezan a construirse en piedra. Se comienza la reedificación de la nueva parroquia (del incendio solo se salvó la capilla gótica de Lili), liberándola de las casas que se encontraban pegantes a la anterior. En 1601 se construye el ayuntamiento. Poco a poco, la plaza va adquiriendo importancia hasta llegar, en el siglo XVIII, a las dimensiones y la forma actual: se pone el gran escudo de armas en la esquina del ayuntamiento, se construye la balconada que da a la plaza y se erigen los toriles, edificio destinado a tribuna de autoridades para presenciar las corridas de toros. En el siglo XIX, Zestoa se convierte en villa termal de gran renombre, lo que repercutirá en la transformación de la trama urbana de la villa. Así, por ejemplo, se derriban los edificios traseros de la casa consistorial con el fin de obtener la nueva plaza de Laranjadi. Por otro lado, en el primer cuarto del siglo XX, se reedifican numerosas casas del núcleo. Muchas de ellas, que se componían antes de planta baja, primer piso y sobrado, amplían su volumen edificatorio para hospedar a los agüistas. .
En los primeros días de septiembre, la plaza se transforma en improvisado coso taurino con la colocación de las populares “barreras”: una colorida estructura de madera que servirá tanto para las concurridas y siempre polémicas novilladas como de foro público en torno al cual girará el ambiente festivo.
En la época medieval, la villa era un recinto amurallado con cuatro puertas de acceso. Hoy puede observarse su división interna, además de una de las puertas originales, la llamada de Arretxea y una segunda, transformada, pegante a la casa Iraeta.
Muchas de las casas del núcleo conservan todavía preciosos vestigios de los siglos pasados. Las paredes de Lizentziadonekoa, Iraeta, Lizarraitz, Torrea, Arretxea, Portalekoa, Pagio… sus rincones, sus piedras labradas, aunque humildes, no dejan indiferente al visitante.


www.guregipuzkoa.net web gunetik hartua. Argazkilaria: A. Santos Grabador

www.guregipuzkoa.net web gunetik hartua. Jatorria: Zestoako Udala

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Jatorria: Zestoako Udala

 
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